Existen solo 4 maneras de darle un destino a nuestro dinero, de usar ese valioso recurso.
4 maneras de usar tu dinero
La primera de ellas es la que todos conocemos y es imposible no utilizarla.
Las otras 3 sin embargo, son menos habituales para una gran parte de la gente y allí se encuentra la clave para la independencia y el bienestar financiero.
Manera N°1: GASTAR nuestro dinero
Es lo que hacemos todos a diario, al comprarnos cosas y pagar los servicios que necesitamos para llevar adelante nuestra vida en sociedad.
Algunos somos muy eficientes con nuestros gastos.
Tenemos claro en qué gastamos el dinero e incluso nuestros gastos están planificados de antemano.
En el otro extremo, encontramos gente que no tiene idea en qué se va su dinero.
Gente que normalmente es presa fácil para la industria del marketing, del “¡llame ya!”, de patrones culturales consumistas y que están orientados a “ordeñarnos” a diario para sacarnos el dinero… 🙂
Y la mayoría probablemente se encuentre en el medio de estos dos extremos que describo.
“Compra solo lo necesario, no lo conveniente. Lo innecesario, aunque cueste sólo un céntimo, es caro.”
– Séneca
Las otras 3 maneras de usar ese recurso valioso tienen que ver con haberse planteado en algún momento la necesidad de consolidarse financieramente y buscar alternativas para prosperar.
Tienen que ver con un camino de evolución de nuestro yo financiero que abandona la inmadurez financiera, para “crecer” y aventurarse en el camino hacia la madurez financiera.
Maneras de usar tu dinero que te acercan a tu Bienestar Financiero
Ellas son:
Manera N°2: AHORRAR nuestro dinero
El inicio al bienEstar financiero y otras de las 4 maneras de usar tu dinero.
Esta es la puerta de entrada al reino del orden financiero.
Ocurre en aquel momento en que superamos la tentación de gastarnos todo el dinero que generamos y pensamos en nuestro futuro.
Es habitual que cuando somos jóvenes y conseguimos nuestros primeros ingresos, no pensemos demasiado en el futuro.
Y nos dediquemos a gastar hasta el último centavo para darnos gustos y alegrías… pero, en algún punto, es necesario “madurar”.
La clave está en el hecho de empezar a considerar nuestro futuro.
Ya que el ahorro es un “sacrificio presente en pos de un consumo futuro”.
Es poder separar una cantidad determinada de nuestros ingresos y no gastarlos. Es un ejercicio de disciplina.
A mí me gusta hablar de ahorro usando uno de los mandamientos de las Finanzas Personales:
“Pagarse a uno mismo Primero”.
Y es que muchas veces he escuchado expresiones del tipo “no puedo ahorrar un 10% de mis ingresos como me sugerís, si apenas ¡llego a fin de mes! ¡¿Cómo se te ocurre que voy a poder ahorrar?!”
La realidad es que si no podemos ahorrar, es porque decidimos pagarle a otros primero.
Pero en el momento en que cambiamos el foco y tomamos el compromiso de pagarnos a nosotros primero, ¡lograremos ahorrar!
Eso implica que apenas recibimos nuestro sueldo o ingresos, separamos, digamos un 10% y nos pagamos a nosotros mismos primero.
Dicho de otro modo, estamos ahorrando un 10% de nuestros ingresos… ¡fácil! 🙂
Desde esta perspectiva, el ahorro recupera la dimensión real que tiene.
Es una decisión, simplemente eso, una decisión.
Todos podemos ahorrar si así lo decidimos.
Para aquellos que aceptan el concepto pero igual se aferran a la excusa de que su nivel de gastos actual no les permitiría llevar adelante la decisión, les sugiero entonces la estrategia de “ahorrar mañana” 🙂
Estrategia mediante la cual, te comprometes a ahorrar de tu próximo aumento de sueldo o incremento de ingresos.
Es decir, mantienes tu nivel de gasto actual y apenas aparece una mejora en tus ingresos, entonces aplicamos la estrategia de pagarnos primero.
“No ahorres lo que te queda después de gastar. Gasta lo que te queda después de ahorrar.”
– Warren Buffet
Si esto te resuena, seguí leyendo.
Ahora vienen las otras formas de las habituales 4 maneras de usar tu dinero que te llevan más cerca todavía de tu Bienestar Financiero…
Manera N°3: INVERTIR nuestro dinero
Me gusta decir que este es el punto de inflexión en tu vida financiera.
Que marca el inicio de tu edad adulta desde el punto de vista financiero, luego de abandonar la adolescencia o inmadurez financiera de etapas previas.
Porque al invertir nuestro dinero, al invertir ese valioso recurso, ¡logramos algo diferente!
Algo que solo pocos entienden y alcanzan… logramos hacer que nuestro dinero empiece a trabajar para nosotros.
Nos escapamos de lo “usual”, que es tener que trabajar por nuestro dinero.
Dejamos de ser meros consumidores para transformarnos en inversores (como lo explico en este post de «ser inversor o consumidor»).
En este punto arranca una nueva posibilidad de aprendizaje impensada para quienes no lograron trascender las etapas previas.
Nos empezamos a preguntar…
- ¿cómo puedo hacer rendir mi dinero?
- ¿dónde lo invierto?
- ¿qué tasas de rentabilidad puedo esperar?
- ¿cuáles son los riesgos que estoy corriendo en diferentes estrategias de inversión?
- ¿y qué pasa si me va mal?
- ¿quién podrá ayudarme en este proceso?
Y tantas otras preguntas como las anteriores que te llevan a nuevos aprendizajes para alimentar a tu “yo inversor”.
Lo que normalmente expande tu círculo de amistades o conocidos para incluir otras personas que ya entendieron estos conceptos y que se lanzaron hace tiempo a la misma cruzada.
Las inversiones tradicionales:
Para el caso de los argentinos, la amplia mayoría, cuando piensa en inversiones, piensa en 3 cosas: plazos fijos, dólares y ladrillos.
El plazo fijo, al menos es una manera de hacer trabajar los pesos para que no se los coma la inflación.
Comprar dólares, técnicamente hablando no es una inversión, ya que para que lo sea es necesario que produzca una rentabilidad, cosa que no se da si solamente compramos y guardamos esos dólares.
Pero el argentino, está comprando para proteger el poder adquisitivo de sus ahorros y muchas veces incluso solo guardando dólares hemos obtenido un retorno en pesos al verse multiplicados nuestros ahorros.
Por último, los ladrillos siempre han sido en argentina una alternativa buscada por aquellos que cuentan con un excedente mayor y que pueden acceder a una propiedad (departamento, cochera, camas náuticas, etc.) para luego alquilarla.
“Cuanto más trabaje tu dinero, menos tendrás que trabajar tu.”
– Harv Eker
Inversiones no tradicionales:
Si tomamos “no tradicional” desde la perspectiva de lo “no habitual” deberíamos clasificar bajo este título la inversión en Bolsa.
Hoy algo al alcance de cualquier inversor pequeño o mediano, pero que en Argentina no llega ni al 10% de la población según encuestas e informes de la Comisión Nacional de Valores.
Pero la realidad es que la inversión en bolsa puede ser una estrategia inteligente para la mayoría de los inversores y no se requieren demasiados conocimientos para encararla con éxito.
En contra del mito tan corriente que reza “la bolsa es una timba” (timba=apuesta de alto riesgo).
Otras alternativas poco tradicionales por no estar suficientemente difundidas pueden ser: taxis, franquicias, hoteles condos, obras de arte, vinos, etc.
“Si quieres llegar a lugares a los que nunca antes has ido (financieramente), deberás tomar caminos que nunca antes tomaste.”
– Fitness Financiero
Manera N°4: DONAR nuestro dinero
Y esta es una manera usual de usar ese valioso recurso para la mayor parte de la gente que logró poner en orden su vida financiera y que tiene más dinero del que necesita.
Es una consecuencia lógica que aparece en algún punto de nuestro camino de madurez financiera.
Tiene que ver muchas veces con el hecho de sentirte tan agradecido con todo lo que tenemos que sentimos la necesidad imperiosa de compartirlo.
Esa necesidad de utilizar nuestro dinero para devolver algo de todo lo bueno que hemos conseguido.
“No sirve de mucho la riqueza en nuestros bolsillos, cuando hay pobreza en el corazón.”
– Papa Francisco
Estas son las 4 maneras de usar tu dinero… ¿Cuál usas más? Comparte en los comentarios.
gracias x estos consejos voy analizarlos muy bien….entiendo que guardar el dinero no sirve pero hay que pensar bien en que invertir …