Una nueva forma económica ha nacido y apenas empieza a tomar fuerzas dentro del capitalismo (en sus diferentes formatos) que hoy abarca prácticamente a todo el planeta. Aquellos que anunciaban el fin del capitalismo, quizás vean su profecía cumplirse en las décadas a venir. Pero esta transición probablemente no sea tan traumática como algunos la profetizan, sino más bien el resultado de un movimiento incipiente que ya se puso en acción dentro del mismo sistema capitalista y que paulatinamente irá ganando más peso relativo. Se trata de la economía colaborativa (sharing economy) que gracias a la tecnología y las comunicaciones de hoy en día permiten unir oferta y demanda con una eficiencia y precisión que antes ni siquiera se soñaba. Incluso, en algunos casos, esto se hace de modo gratuito, como en el caso de las Gratiferias, a las que les dediqué este artículo o el caso de Couch Surfing, que permite encontrar un lugar para dormir en prácticamente cualquier ciudad importante del mundo, y hacerlo de manera gratuita, sí, gratis… y que es usada a diario por jóvenes que salen en sus viajes de aventura a dar la vuelta al mundo a dedo y sin mucho dinero encima.
Todo esto y más, es hoy posible gracias a esta nueva modalidad colaborativa. Algunos opinan que todo este movimiento surgió como respuesta a la inequidad y la ineficiencia del mercado o del sistema capitalista como lo conocemos. Algunas estadísticas que nos hacen reflexionar cuentan que un tercio de los alimentos del planeta son desperdiciados, los automóviles particulares pasan el 95% del tiempo parados, la mayoría de los taladros (casi todos tenemos uno) son usados solo algunas horas a lo largo de su vida útil.
Esto nos lleva a repensar el tema del valor, y darnos cuenta que el valor de las cosas muchas veces está en el uso que hacemos de las mismas y no tanto en su propiedad.
De este modo, surgieron una multiplicidad de alternativas colaborativas que se apalancan sobre la tecnología y aprovechan esta tendencia creciente de colaboración. Algunos ejemplos:
- Compartir el automovil: se permite el alquiler por horas o el car-pooling en sitios como Zipcar (http://www.zipcar.com/), Lyft (https://www.lyft.com/), Bluemove (http://bluemove.es/), Uber (https://www.uber.com/) o Getaround (https://www.getaround.com/)
- Préstamos sin intermediarios ni bancos: en lo que se conoce como Finanzas colaborativas, encontramos empresas como Afluenta (https://www.afluenta.com/) o Lending Club (https://www.lendingclub.com/) que conectan directamente inversores (quienes tienen el dinero) con quienes lo necesitan y lo solicitarán a través de créditos que se otorgan por la plataforma.
- Financiamiento de proyectos (crowdfunding): hoy existen ya numerosas alternativas para que los emprendedores reciban fondeo para arrancar sus proyectos e ideas de la mano, no de un solo inversor, sino de muchos que aportan cada uno de ellos muy poco capital, pero que en su conjunto, permiten financiar un nuevo proyecto o start up. Ejemplos en esta categoría son: KickStarter (https://www.kickstarter.com/), GoFundMe (http:// www.gofundme.com), Indigogo (https://www.indiegogo.com/) o Verkami (http://www.verkami.com/) enfocado específicamente en temas artísticos.
- Alojamiento: ya mencioné arriba a CouchSurfing que es un sistema gratuito, pero también existe la posibilidad de alquilar departamentos amoblados en destinos turísticos donde antes solo cabía la posibilidad de hoteles, alternativa que se está popularizando rápidamente de la mano de empresas como Segundo Hogar (http://www.segundohogar.com/) o Airbnb (www.airbnb.com). También existe Hipmuk (https://www.hipmunk.com/) que apunta a viajes baratos.
- Intercambio de ropa: ThredUp (www.thredup.com).
- Cocina colaborativa: Shareyourmeal (www.shareyourmeal.net) o su versión para hispanoparlantes (https://www.compartoplato.es/) que permiten compartir platos de comida con los vecinos del barrio por ejemplo.
Los ejemplos de economía colaborativa están proliferando rápidamente y en rubros cada vez más diversos. En particular, quiero compartir una experiencia que tuve a principios del año, cuando estaba lanzando Fitness Financiero y tenía que crear un logo e imagen de marca para el proyecto. Yo había escuchado de sitios en los cuales uno podía contratar, no un diseñador, sino varios y decidí probar este sistema, de hecho, me registré en Design Crowd (http://www.designcrowd.com/) y publiqué las especificaciones y lineamientos de lo que quería para mi imagen de marca. Debo decir que tenía mis dudas, al menos por dos razones importantes: por un lado, todo el contacto con los diseñadores iba ser por mensajes a través de la plataforma y no cara a cara; por el otro, el proyecto debía publicarse en ingles así como también las interacciones, lo cual suponía alguna barrera también ya que imaginaba que sería algo más difícil expresar y trasmitir ideas sutiles sobre diseño en un idioma que no era el materno, ni para mi, ni quizás para el diseñador que fuera a contratar. Igualmente, decidí avanzar y probarlo. La verdad que durante los 10 días que llevó el proyecto, en los que 20 diseñadores «competían» por generarme un logo «ganador», mis dudas se esfumaron y descubrí la potencia de estas nuevas formas de colaborar e interactuar. El proceso fue muy divertido y finalmente me costó decidirme por el diseño final ya que tenía al menos 3 logos que me gustaban mucho y tranquilamente podían representar mi marca. Incluso pedí ayuda a amigos y referentes para que «voten» sobre los logos finalistas y me acerquen a mi decisión final. El logo que hoy lleva Fitness Financiero fue realizado por un diseñador de Filipinas! 🙂 era interesante también el hecho de que yo me encontraba de vacaciones y entonces me sentaba con la notebook solo un rato durante el día, normalmente a la noche y revisaba los diseños, les daba feedback a los diseñadores y me iba a dormir… al otro día al despertarme, los nuevos diseños modificados ya estaban en mi casilla de correo! realmente todo el proceso fue muy revelador para mí y claramente me llevó a concebir el profundo impacto que este tipo de posibilidades y alternativas ya están teniendo en la manera que llevamos adelante nuestros negocios y empresas.
En la misma línea, existen otros sitios en los que podemos contratar diseñadores, programadores y una variedad increíble de profesionales independientes para tercerizar algunas tareas o proyectos, por ejemplo: Freelancer (www.freelancer.com), Upwork (https://www.upwork.com/), Workana (www.workana.com). Actualmente, muchas veces, estoy trabajando con 2 o 3 proyectos en simultaneo con diferentes profesionales. La calidad de los trabajos es excelente y en todos estos sitios uno puede orientarse viendo las calificaciones que el profesional tiene por trabajos anteriores así como también sus portafolios publicados con trabajos previos. Esto que hoy tomo con tanta naturalidad, hasta hace poco me hubiera parecido una total utopía.
Creo que estas nuevas formas de colaborar y trabajar vinieron para quedarse y para cambiar para siempre la manera en que se llevan adelante los negocios y la economía. El siguiente video muestra algunas claves para entender este movimiento global en solo 5 minutos.
Por todo esto, considero que los pronósticos apocalípticos y de crisis terminales del mundo y la economía están completamente errados y alejados de la realidad ya que no consideran el impacto de estas nuevas tecnologías de colaboración de rápida adopción que a su vez tendrán impactos sinérgicos cuando se combinan entre ellas. En fin, creo que el futuro ya llegó y es super interesante para quien se mantenga receptivo y abierto al cambio, en actitud de aprendizaje permanente para poder absorber y abrazar estas nuevas formas de hacer las cosas.
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