El cambio de trabajo puede ser una experiencia que nos genere bastante vértigo e incertidumbre, porque abandonamos lo conocido y nos aventuramos a algo nuevo, por las implicancias económicas que esto puede tener, por el qué dirán y un sinnúmero de otras cuestiones que vamos a analizar.
Lo cierto es que a muchos nos pasa de enfrentarnos a nuestros temores más arraigados al momento de saltar de un trabajo a otro, o al momento de largarnos a emprender un proyecto personal y abandonar la relación de dependencia. Hay muchos factores en juego y hoy vamos a entenderlos un poco y también buscar estrategias para poder dar ese salto que seguramente nos llevará a una vida mejor.
Vamos a ver algunos ejemplos para abrir el tema.
El ascenso que suena a castigo
Por ejemplo, tomemos el caso de Cecilia que trabaja en una consultora grande y que ya hace algún tiempo se viene dando cuenta que ese trabajo no la llena y se siente “prisionera”, demasiado tiempo metido dentro de esa oficina, se dice. Le gustaría poder asistir a esas clases del instructorado de Yoga a media mañana, le gustaría poder viajar más, visitar amigos y familiares, o simplemente regalarse una caminata en el verde a media tarde. Muchos hemos transitado lugares similares y no siempre es fácil tomar el timón e ir tras lo que queremos. Demasiadas veces elegimos “quedarnos” hasta que la cosa ya no da para más. En el caso de Ceci, ese punto de inflexión se produjo un día en el que ella estaba decidida a plantear a su Jefa que quería empezar a trabajar desde su casa al menos un par de veces a la semana. Pero justo ese día su jefa la llamó a su oficina porque querían comunicarle algo importante. Ceci decidió entonces escuchar primero… y lo que le querían comunicar era que iba a ser ascendida 😃 debido a su buen rendimiento iba a tener un aumento de sueldo y mayores responsabilidades a nivel regional. Ceci pensó que el Universo le estaba jugando una broma de mal gusto y rompió en llanto… no por la emoción que le producía la noticia, como seguramente pensó su Jefa en ese momento, sino por lo divergente de la situación externa que se le presentaba y su situación “interna” cada vez más distante de ese trabajo que ahora sentía como un ladrón de sus sueños y anhelos…
Dejar la empresa familiar y perseguir mi pasión
Otro caso, Marcos, campeón regional de esquí, hobbie que viene practicando hace años y que realmente lo apasiona. Sin embargo, su día a día transcurre en un trabajo administrativo de nivel medio en la empresa familiar. Su padre no supo profesionalizar y organizar las cosas y por ende, se trata de la típica empresa donde todas las decisiones importantes pasan por el “dueño”, el ”patriarca”, lo que genera frustraciones e insatisfacciones permanentes en todo el mundo ya que todo se estanca y no se puede crecer. La iniciativa de los hijos es recortada una y otra vez al chocar con la “manera en que se hacen las cosas aquí”. No hay espacio de aprendizaje. Y en un esquema así, tampoco hay posibilidades de crecimiento… para nadie, al menos no dentro de la empresa. Para Marcos ya está claro y ha decidido emprender su camino personal montando un negocio alrededor de su pasión… al ser referente en su campo ya comenzó a imaginarse guiando a turistas internacionales en travesías no tan típicas que él conoce de sus horas y horas en la montaña, deslizándose en sus esquíes, disfrutando de paisajes fuera de serie y experiencias de conexión con la naturaleza que solo ese encuentro con la inmensidad puede dar… Sin embargo, ¿cómo comunicarlo? ¿Cómo lo tomará su familia? ¿Y si no lo apoyan? ¿Cómo se sentirán quienes se quedan? ¿lo verán como un traidor que abandona el barco? Y tantos otros interrogantes similares que surgen una y otra vez en este tipo de circunstancias.
Saltar de la relación de dependencia a la vida independiente
Otro caso bastante frecuente es el que experimenta Ximena, que por algunos años ha dedicado su talento y capacidad organizativa y de gestión a un par de empresas en las que trabajó en relación de dependencia en roles y tareas administrativas y de la operación que siempre desempeñó de manera brillante. Todo iba relativamente bien hasta que algo cambió… cuando Xime se preguntó qué era lo que realmente la apasionaba… y ese tipo de preguntas son peligrosas 😊 usualmente suelen cambiarnos el rumbo… para mejor.
Resultó ser que Xime descubrió el mundo del coaching y lo que podía aportar desde allí, acompañando a la transformación humana, acompañando procesos de crecimiento y desarrollo personal. Se formó como coach y empezó a hacer sus primeras armas en este ámbito. A medida que más se metía en el tema, más gratificante se volvía y mayor era el contraste con su “vida anterior” de empleada en relación de dependencia… hasta que un día lluvioso, esperando el colectivo para ir a su oficina, como todos los días, tomó la decisión de cambiar, de lanzarse al sueño e ir en busca de su destino en ese nuevo terreno que empezaba a explorar. Son esos momentos donde tenemos la claridad absoluta, sabemos lo que queremos y por ende nos damos cuenta que ya no vamos a seguir más en lo que veníamos haciendo. Pero luego aparecen los cuestionamientos… ¿y cómo lo hago? ¿renuncio de una vez y me dedico a full a lo nuevo? ¿sigo en lo viejo y arranco part-time con lo nuevo?
El cambio “obligado”
El caso de Raul, a quien luego de 17 años en la empresa, simplemente echaron de su trabajo, cuando fue reemplazado por un joven ambicioso que llevaba solo 15 meses en la empresa pero con una carrera en franco ascenso desde que pisó la empresa…
Raúl tenía ahorros para vivir un año manteniendo su nivel de consumo y decidió tomarse un sabático y hacer un viaje sin fecha cierta de retorno con su mujer por la Patagonia Argentina, cosa que siempre había querido hacer y nunca tuvo el tiempo…
Resulto ser el mejor viaje de su vida. Parece que no es lo mismo viajar unos 10 días intentando acomodar en ese limitado tiempo la máxima cantidad de destinos posibles y correr de un lado al otro para regresar y tener esa sensación de necesitar otras vacaciones para recuperarse de las “vacaciones” que acabas de tener. Esta había sido normalmente la experiencia de Raúl por los últimos años. Sin embargo, este viaje fue distinto… desde el principio, sin fecha de retorno, cargaron la carpa y enseres de camping en el baúl y salieron… Fueron parando y visitando pueblitos del Sur de Argentina, lagos y paisajes de otro mundo, alternando entre campings libres y campings organizados. Se enamoraron de Villa Traful, de hecho ese fue un punto de inflexión en el viaje ya que decidieron quedarse una semana entera, totalmente tomados por los cielos estrellados, los fogones, y el fresco intenso de esos amaneceres junto al lago. Raul se dio cuenta que nunca antes se había permitido entrar tanto en este tipo de experiencias. Es que cuando entramos en tanta conexión con la naturaleza, habitualmente también entramos en la misma conexión con nosotros mismos.
Y fue así que Raul recordó que de joven pintaba, se pasaba horas y horas frente al lienzo con sus oleos. Y esos paisajes lo llamaron a abrir nuevamente esa puerta, que había cerrado unos 25 años atrás.
El viaje se prolongó por unos 100 días, luego de los cuales su vida anterior le parecía tan ajena que no podía entender cómo se había pasado tanto tiempo en esa rutina de la que afortunadamente lo habían expulsado. Le parecía irónico, pero el nuevo Raul pensaba que el despido era el favor más grande que le habían hecho y que la indemnización que le habían pagado le serviría para lanzarse a un proyecto personal que todavía no tenía del todo claro, pero que seguramente orbitaría alrededor de su arte.
Todas las situaciones tienen algo en común
En todos los casos estamos ante un desafío de crecimiento, como los que seguramente te ha tocado enfrentar en tu vida en algún momento. Y esto me recuerda a una frase de Maslow:
“Si deliberadamente planeas ser menos de lo que eres capaz de ser, entonces te advierto que probablemente serás infeliz por el resto de tu vida.”
– Abraham Maslow
Algunos factores que están presentes en estos desafíos:
El Miedo
Este es el mayor ladrón de nuestros sueños así que claramente aparece fuerte en estos casos que implican abandonar un cierto lugar conocido y aventurarse a explorar terreno nuevo. Las dudas y preguntas que pueden aparecer:
- ¿Podré hacerlo?
- No sé cómo encararlo
- ¿Ganaré suficiente dinero en esto nuevo?
- ¿qué pasa si no me sale bien?
- ¿Qué van a pensar de mi cuando se enteren de lo que estoy haciendo?
- ¿Y si me gasto mis ahorros y no tengo éxito? ¿qué hago después?
La trampa en la que caemos cuando nos quedamos atrapados en el miedo es justamente aquella a la que alude la frase de Maslow que les compartía antes. Por miedo a fallar, no nos animamos a abrir las puertas al aprendizaje y eso nos ancla en un lugar más pequeño, nos remite a una sensación de falta de confianza en nosotros y nuestras capacidades. Todo eso genera una opinión negativa sobre nosotros mismos y la única manera de revertirla es justamente lanzarnos a la acción y tomar el desafío. Cuando lo hacemos, mágicamente se acomodan las cosas, aparecen oportunidades, personas, eventos, que nos llevan a la próxima estación y de allí a la otra, y a la otra. En un proceso que no termina nunca, porque somos seres en evolución permanente. Y movernos es el mejor antídoto para sentirnos jóvenes, vitales, entuasiasmados, inspirados y ser luz para otros en este proceso, con nuestro testimonio y ejemplo.
Y lo último que quiero decirte respecto de este punto es que no se trata de tus capacidades técnicas, no se trata de tu capacidad de entender eso nuevo a lo que te enfrentas, porque eso lo vas a aprender, en realidad se trata de tu actitud, no de tu aptitud. Lo que determinará la calidad de tu vida y de tu desarrollo es tu habilidad de mantener una actitud curiosa y despierta frente al desafío y a los nuevos aprendizajes.
El Tironeo interno
Esa sensación incómoda que se produce por querer abandonar algo viejo y empezar a gestar un nuevo yo más alineado con tus pasiones, tu sueño personal, tu proyecto, etc. Esto se da en diferentes formas:
- Cuando estás en tu trabajo anterior (físicamente) pero tu mente y corazón hace rato que se fueron 😊 y entonces ya no tienes las ganas de antes, ya no tienes la camiseta puesta, o como Ceci, si te dan el ascenso, lo vives como un castigo y no como el premio que antes anhelabas.
- Más comprometido emocionalmente es el caso de Marcos, porque el trabajo que deja es la empresa de su familia, acá se mezclan otras cuestiones más profundas, lealtades, mandatos familiares, riesgo de provocar crisis en las personas que más queremos.
- Incluso si nos ponemos pragmáticos y empezamos a desarrollar nuestro proyecto personal mientras aún seguimos en el trabajo anterior, como hizo Xime, vamos a tener que lidiar con esa parte hiper responsable que tenemos adentro que nos susurra… que no nos pagan para hacer eso en las horas de trabajo o cuantas otras cosas similares…
La mayor parte de las veces ese tironeo desaparece o se reduce bastante simplemente generando un plan! Sí, es que ese tironeo viene de la ansiedad de saberte en un lugar al que ya no pertences y tener que estar ahí todavía. Pero cuando ya hiciste un plan para una transición que te llevará al nuevo lugar al que quieres ir, la cosa cambia bastante. Porque por más que permanezcas todavía en el lugar “viejo”, lo estás haciendo como un puente a lo nuevo, como una manera de vivir esa transición y tienes un rumbo claro. Por eso la ansiedad desaparece y estás enfocado en sacar lo mejor de esa transición.
Los Posibles detractores
Esas personas que te tiran para abajo y que probablemente te van a cargar con sus propias dudas o inseguridades que vienen de fracasos pasados, drenándote la energía. Es que ellos están cargados de numerosos proyectos no cumplidos, de sueños no explorados, de pendientes existenciales, y peor aun si son personas capaces e inteligentes…
Acá creo que ya te das cuenta que el remedio es super fácil… 😊 simplemente evitarlos! No te relaciones con esas personas, simple y poderoso! Yo recuerdo en un taller que estaba dando una vez y uno de los asistentes me preguntó: “Fabi, ¿que pasa cuando esas personas que te tiran para abajo son familiares?” A lo que yo le contesté: “Fácil, hacés como yo, que me fui a vivir a otra ciudad y desarrollé todo un nuevo círculo de personas y amistades”. Puede parecer duro o quizás descorazonado para algunos, pero no veo razón para quedarte anclado a personas que no contribuyan a tu crecimiento y desarrollo. Y pongo este ejemplo extremo de la familia porque en el caso de los amigos, que son elegidos es mucho más obvio, simplemente puedes elegir nuevas amistades. Y en el caso de tu familia no es diferente, también puedes elegir tu nueva “familia”, tu nueva “tribu”. Lo paradójico es que una vez que logras despegarte de las influencias negativas que te limitaban, incluso volverás a reconectar con esos familiares pero desde otro lugar y hasta podrías ser un factor de cambio y transformación para ellos 😉
¿Te pasó algo así o te está pasando ahora? 😊 Bueno, quiero que sepas que no estás sólo… son demasiadas personas que se encuentran o han estado en esos lugares. Pero no son tantas las que consiguieron dar el salto hacia el crecimiento y hoy disfrutan de mayor disfrute y bienestar. No te pierdas la 2da parte de este artículo con claves y estrategias concretas para aplicar en estos casos… 😉
y antes de despedirme, gracias a Lu por ayudarme a pensar este artículo y sus historias… 😉
gracias
Hola Fabian: Que blog mas fabuloso, llenito de historias verdaderas y con las cuales me siento identificada en las emociones que me transmitieron. Muchas gracias.
Mi miedo es empezar, tengo un hijo y si se queda sin seguridad social. Que susto.
Vanesa, ese miedo es justo lo que te impide ir por algo mejor. Por miedo nos quedamos quietos y sin saberlo ni poder verlo o entenderlo, estamos poniendonos en una situacion más riesgosa a largo plazo. Muchas personas han pasado por ese lugar en el que estás y lograron atravesarlo 😉 Animo!
Que genial me encanto el tema,creo que me encuentro en esa encrucijada de lanzarme a algo nuevo pero si me da un poco de miedo pero quiero mi independencia financiera
muchas gracias Fabi…..la emocion me viene a visitar cuando te leo. Quizas no me ubiques, soy lucio, el ex geologo y actual coach. Hice tu curso compartido con fede…..(mi grupo salio segundo por 1 punto y regale mi bonus). 19 años mas que exitosos (segun mi juicio) en una empresa internacional, 4 paises, dos idiomas y la posibilidad de seguir creciendo…………y viajando, y estando en hoteles y lejos de mi familia!!……hoy aca, con una vida maravillosamente «simple»….ya no mas adrenalina con presentacion de budgets, en ingles para los «peces gordos» de la empresa (y las consecuentes felicitaciones….eran tan bueno!! jajaja). Ahora la adrenalina es reemplazada por la sonrisa de mi hija, el abrazo de mi hijo y unos mates con mi esposa…..que loco no?? el mundo podria haber estado a mis pies, quizas hasta en Canadá….y yo locamente elijo un pequeño pueblo de argentina? Si, y la palabra clave es: ELIJO. Nada en la vida como esa libertad……Mi picardia?? en el 2000 casi me echaron, y durante 16 años segui a kiyosaki, no solo en la filosofia, sino que «le hice caso», hoy vivo de rentas, lo que me permitio dejar una carrera «vergonzosamente» rentable. Gracias por compartir estos post, a algunos los ayudara directamente, y a otros nos emocionara saber que cuando lo pensamos como imposible…..al fin y al cabo fue posible….gracias totales, con soda o con charly!! lucio
Genio total Lucio! Claro que te ubico perfecto.
Celebro aquellos que se animan a «ELEGIR» en libertad y lejos de los mandatos culturales o la inercia a la que una típica carrera profesional te lleva 😉
Abrazo y gracias por compartir tu testimonio! Vas a ir al e-book que estamos armando sobre este tema 😉